Hechos alternativos para Trump y el mercado de acciones
Las relaciones entre el presidente y los corresponsales que cubren la Casa Blanca no habían sido así de malas desde que Richard Nixon se enfrentó a los medios. Una brecha similar se abrió entre los medios y el mercado bursátil después de las elecciones, algo que debería preocupar a los inversionistas.
Es un cliché que los mercados detesten la incertidumbre, a tal punto que una medida académica de la incertidumbre económica derivada de artículos en los grandes periódicos estadounidenses (incluyendo este) se ha convertido en una forma de representar los riesgos de políticas por parte de Wall Street. Pero a medida que la incertidumbre se disparó después de las elecciones a su punto más alto desde mediados de 2011, cuando un enfrentamiento en el Congreso amenazó con una cesación de pagos de bonos del Tesoro estadounidense, el mercado dio un salto y la volatilidad se redujo.
Muchos temen que la brecha entre la incertidumbre y los mercados muestra que los inversionistas están ignorando los peligros que el presidente Donald Trump representa para el comercio y la seguridad global.
“Genuinamente se siente que la incertidumbre política es muy alta”, dijo Nicholas Bloom, profesor de Stanford y codesarrollador del índice de incertidumbre. “¿Por qué el Vix no los está registrando?”
El Vix es el índice de la volatilidad implícita del S&P 500 durante el mes siguiente. En el pasado, los saltos en incertidumbre también implican saltos en volatilidad y declives en los precios de las acciones.
Los inversionistas deberían considerar tres explicaciones posibles para la divergencia entre acciones e incertidumbre.
La primera es la más preocupante: los mercados están ignorando grandes incertidumbres debido a que no las pueden calcular de manera adecuada. Es casi imposible asignar una probabilidad a riesgos como el reajuste del orden global y la posibilidad de una guerra comercial. La retórica de Trump sobre la Organización del Tratado del Atlántico Norte y los aranceles sugieren que ambos son más probables que antes, pero no hay una forma sensible de asignarles un precio.
“El peligro es que la realidad nos golpee”, dice Ian Harnett, cofundador de Absolute Strategy Research, con sede en Londres. “Es una de las razones por las que estoy ligeramente nervioso”.
Una segunda explicación de la divergencia entre los mercados y la incertidumbre es que la actual es “incertidumbre buena”, ya que saltos anteriores en esa medida han provenido de preocupaciones sobre desenlaces malos. No es claro cuánto se recortarán los impuestos corporativos, qué tan grande será el estímulo fiscal que aprobarán los republicanos del congreso o qué regulaciones se eliminarán. Pero este es el tipo de incertidumbre con la que los inversionistas pueden vivir felices.
“Está claro que los mercados están tratando a Trump como una buena noticia”, dice Bloom.
Un desglose de informes relevantes de prensa respalda esta perspectiva. En el pasado, grandes aumentos de incertidumbre fueron dominados por un gran salto en una de las 10 categorías de noticias monitoreadas por Bloom y sus colegas, la deuda soberana acaparó los titulares en 1998, y la seguridad nacional luego del 11 de septiembre, pero esta vez está disperso a lo largo de muchas categorías. “Es más como un cambio de régimen que está afectando todo”, dice.
Una tercera explicación se resume en el hashtag #fakenews (noticias falsas): los periodistas están indignados por la relación de Trump con la verdad, su postura frente a las mujeres y minorías, sus conflictos de interés y sus acercamientos amigables a Rusia. Pero el dinero no tiene moral y las acciones no necesitan un líder impoluto para subir. Si Trump amenazara el estado de derecho o la separación de poderes, seguramente golpeará a las acciones. Los inversionistas tienen suficiente confianza en la constitución de EE.UU. como para ignorar las comparaciones con los años 30.
Todas estas explicaciones importan. Los mercados probablemente tienen razón al pensar que Trump representa una perspectiva más favorable hacia las empresas, en la forma de impuestos más bajos y menor regulación y que la inflación tiene más probabilidades de subir si se aprueba un estímulo fiscal. Esto se incluyó en el aumento de las acciones y los rendimientos de bonos luego de la elección.
Es cierto que a diferencia de los brotes anteriores de incertidumbre, no hay nada específico que haga entrar en pánico a los inversionistas. También es cierto que existen incertidumbres más profundas a las que se les debe prestar atención. A medida que se incrementan las posibilidades de una guerra comercial o de una retirada de EE.UU. del resto del mundo, las acciones deberían valer menos para compensar por los riesgos más altos.
Cuanto más enfatice Trump el proteccionismo y el conflicto, más inversionistas se verán forzados a tratar a estas incertidumbres como riesgos. Para aquellos que creen que sus palabras son solo una forma de fijar una posición de negociación, cada venta masiva debería ser una oportunidad de compra.
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