Estados Unidos "no es una parte" en la disputa por el Mar de China Meridional: la enérgica respuesta de China al gobierno de Donald Trump
- 24 enero 2017
La respuesta oficial llegó: China reivindicó su "soberanía indisputable" sobre partes del Mar de China Meridional después de que el gobierno de Estados Unidos, encabezado por el presidente Donald Trump, dijera que tratará de impedir que Pekín tome control de territorio en esa zona.
El ministerio de Relaciones Exteriores chino afirmó que Pekín "se mantendrá firme en la defensa de sus derechos en la región".
La vocera de ese despacho, Hua Chunying, dijo que China "está comprometida con llevar a cabo negociaciones pacíficas con todos los países involucrados" en la disputa y señaló que su país "respeta los principios de la libre navegación y sobrevuelo en aguas internacionales".
Asimismo enfatizó: "Nuestra posición es clara. Nuestras acciones han sido legales".
El gobierno de China indicó que Estados Unidos "no es una parte" en la disputa del Mar de China Meridional.
El lunes, el nuevo portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, había dicho que Washington "se asegurará de proteger sus intereses" en la región".
"Si esas islas están, de hecho, en aguas internacionales y no son parte de China, sí, nos aseguraremos de que defenderemos los intereses internacionales para que no sean socavados por otro país", expresó Spicer sin dar mayores detalles.
Tomando parte
El gobierno de Barack Obama se negó a tomar una posición en la disputa que involucra a China y a otros países asiáticos.
Sin embargo, el año pasado envió bombarderos B-52 y un destructor naval.
Y el entonces secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, advirtió sobre "un aumento de la militarización, de un tipo o de otro" en la zona.
Taiwán, Vietnam, Filipinas, Malasia y Brunéi reclaman territorios en el Mar de China Meridional, el cual es muy rico en recursos naturales y además es una importante ruta de transporte.
Incluso antes de su campaña electoral, Donald Trump había adoptado una posición dura frente a China, especialmente desde la perspectiva comercial.
Y hace pocos días, Trump dijo que el estatus de Taiwán podía ser objeto de negociación, lo cual significaría una ruptura con una política de larga data, ya que Estados Unidos tiene vínculos formales con China en lugar de con Taiwán, que Pekín considera una provincia separatista.
Un portavoz de la cancillería china, Lu Kang, dijo que la política de una China unificada "no era negociable".
"Una confrontación devastadora"
Las declaraciones de Spicer se hicieron eco de las afirmaciones hechas por el nuevo secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson.
Durante una audiencia de confirmación ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, tras ser nominado por Trump al cargo, Tillerson dijo que Washington debería bloquear el acceso de China a las islas artificiales que está construyendo en aguas del Mar de China Meridional.
"Vamos a tener que mandarle a China una señal clara: primero, que paralice las construcciones y, segundo, que su acceso a esas islas tampoco va a ser permitido", indicó.
Un día después, dos periódicos estatales chinos publicaron editoriales en los que criticaban vehementemente las declaraciones de Tillerson.
Uno de ellos, el tabloide Global Times, que no refleja la política oficial china, indicaba que un bloqueo a las islas podría conducir a "una guerra a gran escala".
Otro medio, el China Daily habló de una potencial "confrontación devastadora".
En mayo de 2015, las naciones del sureste asiático afirmaron que estaban "seriamente preocupadas" por la construcción que lleva a cabo China de islas artificiales en el Mar de China Meridional.
Dijeron que las acciones de Pekín "han erosionado la confianza y podrían socavar la paz, la seguridad y la estabilidad".
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