Saturday, September 30, 2017

Qué es la polémica Ley Jones, la legislación de Estados Unidos que no permite atracar en Puerto Rico a barcos extranjeros y dificulta la ayuda internacional tras el huracán María

Qué es la polémica Ley Jones, la legislación de Estados Unidos que no permite atracar en Puerto Rico a barcos extranjeros y dificulta la ayuda internacional tras el huracán María


un buqueDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLos buques estadounidenses deben trasladar la ayuda desde Florida hasta Puerto Rico.

Los días pasan, la situación empeora y la incertidumbre se multiplica.
Una semana después del paso del huracán María, Puerto Rico vive en vilo por una potencial crisis humanitaria.
Con el servicio eléctrico y telefónico caído en casi toda la isla, más de 15.000 evacuados, carencia de agua potable, combustible y alimentos, y un aumento de los saqueos y la criminalidad, las autoridades de la isla esperan gran parte de la ayuda para iniciar el largo camino de la recuperación.
Varios países y organizaciones internacionales han manifestado el interés de enviar suministros a Puerto Rico, pero todos se han enfrentado con un insólito obstáculo: sus barcos no pueden atracar en la isla.
Toda ayuda debe llegar primero a territorio continental de Estados Unidos para, una vez allí, ser transportada en barcos con bandera estadounidense hasta Puerto Rico.
Aunque este jueves el presidente Donald Trump levantó temporalmente la ley bajo la que se ampara tal medida, su existencia sigue generando dudas y cuestionamientos.
¿Cómo se explica este extraño trámite que ralentiza la llegada de recursos a la devastada isla?

Una ley centenaria




Las inundaciones marcaron los días después del huracán.

Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, el gobierno de Estados Unidos intentó controlar y fortalecer la industria naval del país ante el peligro de los submarinos alemanes, que habían hundido cerca de 5.000 buques durante el conflicto.
El Congreso aprobó en 1920 la Ley de la Marina Mercante, también conocida como Ley Jones, que nacionalizaba la industria de la construcción naval y, también, el tráfico de los buques mercantes en Estados Unidos.
La ley estipula que únicamente los barcos estadounidenses pueden llevar mercancías y pasajeros de un puerto a otro de este país.

Una mujer en el oeste de San Juan rellena un envase desde una fuente natural ante la escasez de agua potable.Derechos de autor de la imagenAFP
Image captionUna mujer en el oeste de San Juan rellena un envase desde una fuente natural ante la escasez de agua potable.

Aunque ya los submarinos y los buques de guerra alemanes no navegan amenazantes por las aguas del Caribe, la ley sigue vigente y limita la llegada de barcos a Puerto Rico.
Y no es que los barcos extranjeros, en realidad, tengan imposibilitado el acceso total a territorio puertorriqueño.
De hecho, pueden llegar, pero deben pagar antes una serie de aranceles, tasas e impuestos que, luego, son transferidos a los consumidores de la isla. Los puertorriqueños son, entonces, quienes lo pagan.
La opción más económica es que los buques lleguen hasta Florida, descarguen los productos y, desde allí, partan en barcos estadounidenses a Puerto Rico.
Pero, nuevamente, son los puertorriqueños quienes deben pagar con sus impuestos las tasas del cambio de la mercancía al nuevo transporte.
Un estudio realizado por dos universidades boricuas en 2012 asegura que esta situación implica que el precio de las mercancías en Puerto Rico sea al menos dos veces mayor que territorio continental de Estados Unidos o en las Islas Vírgenes estadounidenses, donde no se aplica la ley.

En San Juan se forman filas de hasta seis horas para comprar gasolina.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEn San Juan se forman filas de hasta seis horas para comprar gasolina.

Mientras, el costo de vida en el Estado Libre Asociado es 13% más alto que en 325 áreas urbanas de Estados Unidos, pese a que el ingreso per cápita en la isla es de unos US$18.000 anuales, cerca de la mitad del de Mississippi, el estado más pobre de la Unión, según el estudio.

Voces en contra

Tras el paso de los huracanes Harvey e Irma por Estados Unidos, el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos decidió levantar las restricciones de la Ley Jones para evitar que ocurriera un inminente corte del suministro de gasolina en las zonas afectadas.
Varios congresistas, entre ellos el senador republicano John McCain, solicitaron al gobierno que se tomara una medida similar con la isla para facilitar la llegada de ayuda.

John McCainDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl senador republicano John McCain fue uno de los que pidió la eliminación de la "arcaica" ley.

"Es inaceptable forzar al pueblo de Puerto Rico a pagar por lo menos el doble por alimentos, agua potable, suministros e infraestructura, debido a los requerimientos de la Ley Jones en momentos en que trabajan para recuperarse de este desastre", aseguró McCain.
"Ahora, más que nunca, es hora de darse cuenta del efecto devastador de esta política e implementar la derogación total de esta arcaica ley", añadió.
Sin embargo, por una semana, las autoridades estadounidenses se negaron al levantamiento temporal de la legislación.
El argumento público fue que los problemas con el envío de suministros no estaban relacionados con el número de barcos disponibles, sino con la capacidad de los puertos de la isla ante un aumento del tráfico marítimo.
El vocero de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras, Gregory Moore, aseguró que un estudio realizado confirmó que había "capacidad suficiente" para que barcos estadounidenses transportaran suministros a la isla.
Sin embargo, una semana después, la ayuda no llega o tarda demasiado. Al punto que las autoridades se han visto en la necesidad de racionar la venta de agua para consumo humano o de gasolina.

Donald TrumpDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionDonald Trump anunció que valoraba levantar temporalmente la ley,

Detrás de la ley

Aunque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, levantó temporalmente la ley, este miércoles advirtió que muchos en la industria naviera estadounidense se oponían a tal medida.
La casi totalidad del tráfico naval a la isla es controlado por las compañías Crowley Maritime Corp, Trailer Bridge Inc, Sea Star Line LLC y National Shipping of America.
Todas forman parte de la Asociación Marítima Estadounidense (AMP), el poderoso grupo de presión de la industria naviera del país, que es una de las organizaciones que históricamente ha combatido el levantamiento de la Ley Jones en Puerto Rico.
El estudio de las universidades boricuas indicó que aunque la legislación resultaba extremadamente beneficiosa para estas compañías, implicó pérdidas por US$17.000 millones para la economía de la isla de 1990 a 2010.



Puerto Rico queda devastado tras el paso del huracán María y deja a oscuras a la isla

Un estudio del Capital Research Center, un centro de estudios con sede en Washington, estimó que la ley le reporta pérdidas entre US$2.800 millones a $ 9.800 millones por año a Puerto Rico, Hawái y Alaska.
Ambas investigaciones coinciden en apuntar a esta ley como una de las principales causas de la gigantesca deuda pública de más de US$70.000 millones que tiene la isla.
En un editorial publicado este miércoles en The New York Times, el abogado boricua Nelson Denis opinó que con la eliminación de la ley se podrían salvar muchos puertorriqueños -especialmente niños y ancianos- de una potencial hambruna.

Una mujer con su perro recorre lo que quedó de su casa en Puerto Rico.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl huracán María provocó destrozos en todo Puerto Rico.

"La derogación de la Ley Jones también permitirá a los isleños encontrar medicamentos, especialmente productos farmacéuticos canadienses, a precios que salvan vidas. Y dará acceso a los a los mercados internacionales de petróleo crucial para el funcionamiento de su red eléctrica", sostuvo.
De acuerdo con Denis, los beneficios de la eliminación de esta ley no solo se harían palpables en la recuperación tras el paso del huracán, sino en el propio futuro de la isla.

¿Cuáles son los países más competitivos de América Latina según el Foro Económico Mundial?

¿Cuáles son los países más competitivos de América Latina según el Foro Económico Mundial?


Mapa del mundo con tiza sobre pizarraDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLa competitividad en América Latina empeora y presenta grandes desafíos.
¿Qué hace que un país sea competitivo?
Chile parece tener la receta porque una vez más más vuelve a ser el país latinoamericano más competitivo en el 'ranking' de 137 países que cada año elabora el Foro Económico Mundial.
En total, el organismo incluye en 19 países de la región dejando fuera a Bolivia, Cuba y las guayanas (Guyana, Surinam y Guayana francesa) por carecer de suficiente información, alega.
El panorama empeora en líneas generales, ya que este año un total de nueve países bajan en el ranking con respecto a la edición anterior.
Panamá desciende 8 puestos y se sitúa ahora en el número 50; Colombia pasa del 61 de 2016 al 66 este año; Perú baja 5 con respecto al año anterior, quedándose en el 72; Uruguay desciende del 73 al 76; Guatemala se sitúa en el puesto 84 de la lista bajando 4 en la escala; Honduras lo hace 8 y se sitúa ahora en el 96; Ecuador 6 y se queda en el 97 y El Salvador baja 4 y se queda en el 109.
República Dominicana es el que más desciende de la región: baja 12 puestos y se queda en la casilla 104.

Los 5 países más competitivos de América Latina

1. Chile
En el puesto 33 de 137
  • 2. Costa Rica en el puesto 47 de 137
  • 3. Panamá ocupa la posición 50
  • 4. México se sitúa en el 51
  • 5. Colombia se sitúa en el 66
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En otros siete países la competitividad mejora.
Estos son Costa Rica, que sube 8 puestos alcanzando el 47; Brasil que sube únicamente 1 puesto y se queda en el 80; Trinidad y Tobagoque sube 11 y se queda en la posición 83, Argentina, que es el país que más puestos escala en la región, 12 y se queda en el 92.
Paraguay y Venezuela suben tres puestos cada uno, quedándose en la posición 114 y 127 respectivamente pero a la cola de la región, sólo por delante de Haití que está en el puesto 128.
Chile lidera la lista, 14 puestos por encima del siguiente país latinoamericano de la lista: Costa Rica.
Pese a todo, Chile no muestra una mejora en la competitividad y se queda en el mismo puesto que el año anterior, el 33. Lo mismo le ocurre a México que se estanca en el puesto 51 de la tabla.

Parámetros

Para elaborar el listado, el Foro Económico Mundial ha tenido en cuenta 12 pilares o parámetros.
Innovación, infraestructuras, escenario macroeconómico, salud y educación pública, educación superior y formación, eficiencia del mercado, eficiencia laboral, desarrollo del mercado financiero, preparación tecnológica, tamaño del mercado, sofisticación del negocio e innovación.

Países menos competitivos

  • 1. Haití en el puesto 128
  • 2. Venezuela en la casilla 127
  • 3. Paraguay en la 114
Getty
De esos parámetros, el mejor país situado en cuanto a innovación, sofisticación del negocio, salud y educación pública es Costa Rica, que se encuentra además por encima de la media y muy cerca de los países a la cabeza del listado en estos apartados: Finlandia y Suiza.
De Panamá se destacan las condiciones macroeconómicas, muy cerca del nivel de Noruega y el desarrollo del mercado financiero, muy por encima de la media y el mejor en este aspecto en Latinoamérica.
Chile es el mejor país de la región en cuanto a educación superior y formación profesional, muy cerquita de quien lidera en ranking en esta materia: Singapur.

Confianza

A nivel general, lo que hace de Chile el país más competitivo son una mejor puntuación en un mayor número de parámetros con respecto a los demás países de la región.
En el caso chileno destacan sobre todo una renovada confianza en las instituciones públicas y privadas, una mejor adaptación a la tecnología, mayor la sofisticación empresarial y más innovación.
Estreche de manosDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLa confianza en las instituciones mejoró notablemente en países como Argentina.
Un aspecto del informe habla de la confianza pública en las instituciones.
Según el Foro Económico Mundial Internacional, Brasil es el país de la región que menos confía en sus políticos mientras que en UruguayCosta Rica y en Chile la confianza en sus instituciones está por encima de la media de Latinoamérica.

Desafíos y fortalezas

El extenso informe habla también de los problemas que ha encarado Latinoamérica en los últimos años y los errores de sus líderes en las respuestas para mantener la competitividad de la economía.
Destaca especialmente la dependencia de la región de las exportaciones y la necesidad de que los países sepan adaptarse más rápidamente a las condiciones del mercado internacional.
Señala la excesiva confianza de los gobiernos en utilizar la devaluación de la moneda como mecanismo para reactivar y estabilizar la economía asegurando que esa estrategia no ha funcionado para detener la caída del crecimiento.
Como tareas pendientes, el Foro asegura que debe mejorarse la competitividad, especialmente en cuanto a instituciones, infraestructura, efectividad del mercado e innovación. De esta manera conseguirá reducirse la desigualdad en la región, señala.
El análisis dice que la baja productividad, la alta informalidad y la falta de diversificación en las exportaciones hacen difícil el crecimiento del empleo y el aumento de la demanda y mercado interno.

Retos

América Latina
necesita mejorar especialmente en:
  • - Instituciones
  • - Infraestructuras
  • - Innovación
  • para evitar la desigualdad y brecha entre países de la región
Getty
Alerta también de que con la "caída de Venezuela en el caos" se agrava la distancia entre el mejor y el peor país en la región, que sigue aumentando ayudada además por la debilidad en la modernización de los negocios que impide la creación de nuevos modelos e infraestructuras.
Como puntos positivos, el documento sí reconoce una mejora en lasinfraestructuras y en el capital humano en lo que se refiere a educación y salud.
Si a esto, asegura el texto, se le une una mejor preparación tecnológica y la innovación, Latinoamérica y el Caribe conseguirán nuevas fuentes de crecimiento.
Otro gran desafío será restablecer la estabilidad en la región tras los dos últimos años de fallos en los indicadores macroeconómicos.