Por qué el líder opositor Leopoldo López sale ahora de la cárcel y queda bajo arresto domiciliario y qué significa para la crisis en Venezuela
La grave crisis económica continuará en Venezuela, pero que Leopoldo López pase de la cárcel militar a su casa puede ser una señal para que se destrabe la crisis política.
Después de más de tres meses de protestas contra el gobierno que han dejado más de 90 muertos y que continúan, el primer hecho concreto público de cambio es que López, uno de los principales líderes de la oposición, salga de la cárcel y quede bajo arresto domiciliario desde este sábado.
En una situación muy bloqueada y polarizada, el momento de la decisión, tomada por un Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que la oposición acusa de actuar al dictado del Ejecutivo de Nicolás Maduro, no es casual.
Se llevaba gestando desde hace meses con la mediación del expresidente del gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero.
El diálogo lo confirmaron el mes pasado la esposa de López, Lilian Tintori, y Jorge Rodríguez, destacado líder oficialista y alcalde del municipio Libertador, al que pertenece el centro de Caracas.
Tintori dijo que López, detenido desde hace tres años y cinco meses por haber instigado las protestas de 2014 que dejaron 43 muertos, no negociaría su libertad únicamente y que pedía la libertad de todos los "presos políticos". Son más de 400, según la ONG Foro Penal Venezolano.
"Se habló de casa por cárcel", reveló luego de asegurar que "Leopoldo jamás va a negociar su libertad". "Primero está la libertad de todo un país", agregó. "No se trata de la libertad de un hombre, se trata de la libertad de toda Venezuela", dijo Tintori a comienzos de junio.
Jorge Rodríguez, enviado del gobierno en la negociación junto a su hermana Delcy, que hasta hace pocas fechas era la canciller, contragolpeó y dijo que López sí quería el cambio, pero que fueron Tintori y Fredy Guevara, dirigente del partido de López, los que se negaron.
No todo terminó ahí. Al menos siete reuniones hubo en la prisión militar de Ramo Verde, donde estaba recluido López.
Pero, ¿por qué el gobierno, tan enrocado en su posición y enfrentado al bando opositor, negociaba una medida con López? ¿Por qué no negociar con otros opositores?
El carismático y atractivo López es el líder opositor mejor valorado de todos, según las encuestas de Datanálisis.
Sus años de confinamiento lo alejaron del foco mediático y del día a día, en el que otros rostros de la oposición, como el de Henrique Capriles, se han visto más desgastado por posibles errores.
Capriles no abrazó la estrategia de López en 2014 de querer forzar un cambio de gobierno con la lucha de calle. Pero ahora, tras el agravamiento de la situación económica y política, toda la oposición está unida en una estrategia de confrontación y rebeldía muy similar a la que siempre impulsó López.
Además, Leopoldo, sin apellido, como lo conocen en Venezuela, es el símbolo de la denuncia de la oposición y de organismos de derechos humanos por la existencia de presos políticos en Venezuela. El gobierno habla siempre de políticos presos.
López es quizás el símbolo de esos presos. Fue condenado en un polémico juicio a casi 14 años de cárcel por instigación pública, daños a la propiedad, incendio intencional y asociación para delinquir.
Desde entonces, su esposa, Tintori, llevó por el mundo la denuncia de la injusticia que decía que se había cometido contra su marido y ella misma se convirtió en figura mediática y política.
Hace unas horas publicaba en Twitter, donde es muy activa y es muy seguida, que después de 32 días sin haber podido ver a López, por fin había podido ingresar en prisión y verlo durante una hora.
Desde este sábado por la mañana ya lo podrá ver todos los días. López ya está en casa con su esposa y sus dos hijos, Manuela y Leopoldo.
¿Y ahora?
¿Qué significa para el desarrollo de la crisis?
"Es un cambio de rumbo que significa mucho para todo el país", dijo a la agencia de noticias EFE Leopoldo López padre, que reside en España.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, muy crítico con el gobierno y defensor de la causa de López, también proyectó la decisión como una "oportunidad de reconciliación nacional y salida democrática a grave crisis".
El presidente Nicolás Maduro dijo que espera un mensaje de López.
"Ojalá esta decisión del TSJ sea entendida y el señor Leopoldo López lance un mensaje de reconciliación y de paz porque el país quiere paz", dijo en un acto televisado.
El oficialista Elías Jauafue más explícito al expresar en Twitter que esperaba que esta medida pudiera provocar una contrapartida de la oposición, a la que acusa de promover la violencia para generar un cambio de gobierno.
"Acatamos la decisión del TSJ, Ojalá la MUD (Mesa de la Unidad Democrática, coalición que liga a los principales partidos opositores) la asuma con madurez y paren la violencia", escribió Jaua.
Pero no parece posible. Es más, la decisión a favor de López puede ser vista como un triunfo de unas protestas que este domingo cumplen 100 días.
"Pueblo de Venezuela, que este avance, que este paso se convierta en mayor convicción, y en ese sentido reiteramos que mañana, a 100 días de la resistencia, volvemos a la calle", citó Freddy Guevara en un comunicado las palabras de López.
A los pocos segundos, López reapareció por primera vez en público. Fueron apenas unos segundos, los suficientes para dejar una imagen que puede ser icónica.
La MUD también lo consideró un éxito de la presión en las calles.
"Aunque parcial e incompleto, esto constituye un innegable triunfo del pueblo venezolano (...) Este triunfo parcial debe ser para todos un estimulo para no sólo continuar sino intensificar la lucha democrática y pacífica que hemos venido sosteniendo", expresó la coalición opositora.
Sigue bajo arresto
El cambio de casa por cárcel no supone, sin embargo, la liberación de López,que sigue bajo arresto.
En abril de 2015, Antonio Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas y otro líder opositor, comenzó a cumplir su condena en casa en lugar de en la cárcel tras la operación de una hernia inguinal.
Está condenado por cargos de conspiración contra el gobierno y sigue preso, aunque en casa.
Y Daniel Ceballos, exalcalde de San Cristóbal, líder de Voluntad Popular -el mismo partido de López- y arrestado también por su papel en las protestas cambió casa por cárcel en 2015.
Pero en agosto de 2016 fue de nuevo enviado a prisión porque supuestamente planeaba fugarse del país.
Ahora queda saber si la medida a López es un gesto de buena voluntad del gobierno, una cesión a la espera de una contrapartida o el inicio de un posible diálogo formal para empezar a destrabar la crisis de un país enfrentado en las calles y con una severa crisis económica.
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