Por qué la empresa japonesa de autopartes Nisshinbo decidió abandonar su proyecto de establecer una planta en México
- 9 febrero 2017
La noticia surge después de las duras críticas del presidente Donald Trump a las empresas extranjeras que producen en México para vender en Estados Unidos.
Ahora, el fabricante de autopartes japonés Nisshinbo Holdings anunció que abandona su proyecto para construir una nueva fábrica en México.
"Hemos regresado al punto de partida en lo que respecta (al proyecto) de una fábrica para el que México era la opción privilegiada", dijo el miércoles el portavoz Takayoshi Okugawa, uno de los dirigentes del grupo.
"Pensamos construirla en otra parte". Y agregó: "Oficialmente no habíamos decidido construir en México, pero ese país era el lugar favorito".
"Reanudamos la reflexión un escalón más abajo y estudiamos varias posibilidades", indicó el vocero durante una conferencia.
Incertidumbre
Nisshinbo Holdings es el líder mundial en la fabricación de materiales de fricción para frenos y controla el 15% del mercado global de sistemas de frenos para automóviles.
También tiene actividades en el sector electrónico y de energía.
Según el Nikkei Asian Review, los planes del grupo en México incluían la construcción de una planta de unos US$89,3 millones.
Y, según los analistas, la decisión de abandonar el proyecto está vinculada a la incertidumbre por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que Trump ha prometido renegociar.
Gracias al TLCAN muchos fabricantes de automóviles y sus abastecedores han hecho de México su base de operaciones, principalmente debido a los menores costos de mano de obra en este país.
Pero ahora, el presidente estadounidense ha insistido en que el TLCAN debe renegociarse o, de lo contrario, se establecerán nuevos impuestos en las importaciones de México a Estados Unidos.
La decisión de Nisshinbo Holdings de abandonar su proyecto en México surge también horas antes de que el primer ministro japonés, Shinzo Abe, llegue a Washington en una visita oficial con el presidente Donald Trump.
Trump ha criticado la falta de acceso del mercado automotriz japonés para los fabricantes estadounidenses. Y también ha responsabilizado a Japón -junto con China y México- de contribuir al déficit comercial estadounidense.
Relación "especial"
Quizás por eso Shinzo Abe fue el primer líder extranjero que se reunió con Trump antes de su victoria electoral en noviembre.
Y ahora se ha informado que el nuevo encuentro entre ambos mandatarios tiene el objetivo "de cimentar sus relaciones" y "enfatizar el compromiso de Japón para invertir en Estados Unidos".
Según informa la agencia Reuters, se espera que Abe llegue a Washington con un paquete de planes para que compañías japonesas inviertan en infraestructura y proyectos de creación de empleos en Estados Unidos.
Y se dice que Japón también está considerando incrementar sus importaciones energéticas al país norteamericano.
A cambio se espera que Washington avance rápidamente hacia el logro de un acuerdo comercial bilateral con Japón, después de que Estados Unidos anunció que abandona su participación en el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP).
Así, la decisión Nisshinbo Holdings se une a las de otros fabricantes automotrices, y sus abastecedores, que al parecer ya se doblegaron ante los duros comentarios de Donald Trump.
Ford Motor anunció en enero que cancelaría la planta de US$1.600 millones que planeaba construir en México y que extendería sus operaciones en Michigan, Estados Unidos, donde creará unos 700 empleos.
Y la nueva política proteccionista de Trump ahora parece estar alentando a otras empresas japonesas a instalarse en ese país.
Según Nikkei Asian Review, Makoto Kawahara, director ejecutivo de Isuzi Motors, un fabricante de vehículos industriales y comerciales que en gran parte se ensamblan y fabrican en países sudamericanos, está considerando obtener localmente las autopartes para sus camiones fabricados en Estados Unidos, según indicó el miércoles.
Y Takuya Shimamura, presidente de Asahi Glass, la fabricante de vidrio más grande del mundo, indicó esta semana que la compañía "está analizando detalladamente" lo que ocurre en la industria automotriz norteamericana.
La compañía inauguró una planta de producción de vidrios para automóviles en San Luis Potosí, México, en abril pasado y se esperaba que se extendieran las operaciones en ese país.
Pero los planes, por ahora, han sido suspendidos.
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