RESUMEN- Brasil busca frenar escándalo de la carne; Hong Kong prohíbe importaciones
Por Stephen Eisenhammer
LAPA, Brasil (Reuters) - Las autoridades brasileñas comenzaron a revisar el martes las plantas cárnicas cerradas por una investigación a inspectores sanitarios por corrupción y la supuesta venta de productos en mal estado, mientras Hong Kong asestó un nuevo golpe a la industria con una prohibición de importaciones.
El Gobierno de Michel Temer se ha movido con rapidez desde el viernes para enfrentar y minimizar el escándalo en el sector de la carne, uno de los pocos puntos brillantes en una economía que sufre la peor recesión de su historia.
Más temprano el martes se había apuntado una victoria cuando Corea del Sur levantó una prohibición impuesta el día anterior a todas las importaciones de pollo de BRF SA, el mayor exportador mundial de la carne.
No obstante, la prohibición de Hong Kong, que siguió a una decisión similar de China, mostró que la crisis no está contenida. China es el mayor consumidor de carne brasileña, seguida por Hong Kong.
La Unión Europea también mantuvo su suspensión a la carne procedente de cuatro plantas específicas, mientras que Chile hizo lo propio con una suspensión total a las importaciones. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos comenzó a analizar todos los envíos de carne cruda y productos listos para comer de Brasil en busca de patógenos.
La operación contra las compañías de carne culminó dos años de investigaciones con allanamientos en plantas procesadoras y oficinas en siete estados a fines de la semana pasada.
La policía ha acusado a más de 100 personas, en su mayoría inspectores sanitarios, por aceptar sobornos para permitir la venta de productos podridos, falsificar documentos de exportación o no revisar siquiera las plantas envasadoras.
Entre las firmas implicadas están el mayor productor mundial de carne, JBS SA, y BRF. Ambas rechazan con firmeza las acusaciones y han empezado una campaña pública en Brasil para salvaguardar su reputación y destacar los supuestos errores en la información revelada hasta la fecha por la policía.
El Gobierno de Brasil también ha pasado a la ofensiva contra la operación policial. "Estamos confiados en que no hay riesgos de salud pública asociados con la carne brasileña", dijo Luis Eduardo Rangel, secretario de estándares en el Ministerio de Agricultura brasileño, antes de que los funcionarios empezaran a auditar 21 plantas identificadas por la policía.
Se espera que la auditoría de las plantas dure tres semanas, señaló Rangel, quien agregó que funcionarios chinos pidieron garantías el lunes de que la calidad sanitaria de los productos cárnicos brasileños no ha sido comprometida.
"Les presentaremos esta carta hoy con nuestras garantías y (...) esperamos que se levanten las restricciones a las importaciones", comentó.
En Pekín, funcionarios pidieron a Brasil que tome medidas de seguridad más estrictas en sus envíos de alimentos.
(Reporte adicional de Brad Brooks en Sao Paulo y Dominique Patton en Pekín; editado en español por Carlos Serrano)
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